Siempre he sentido que mi cuerpo flota, se maneja solo y me es infinitamente difícil poder controlarlo por completo. Creo que es desde ahí donde inicia mi problema de chocar contra otras superficies y romper gran parte de las cosas que tomo. Me mareo constantemente y en ocasiones tengo cosas en mis manos y no lo noto hasta el momento en que mis ojos se encuentran con ello.
Soy incapaz de retener en mi memoria el total de los sucesos, solo me queda una vaga sensación de lo ocurrido y no es hablando de un pasado lejano, sino incluso el más reciente, siempre persiste la sensación de olvidar demasiado pronto, siento que mi vida se pierde con aquellos recuerdos, me angustia.
Desde siempre he deambulado entre un mundo de fantasías, he vivido buscando refugio en el de formas diversas, pero no lejanas entre ellas. En la edad en la que apenas podía diferenciar lo real de lo imaginario, donde lo que creía ver contrarrestaba con lo que se suponía podía ver, comencé a guiar mis gustos aferrando la mano de las animaciones románticas, lloraba y me sentía parte de cada historia q veía, sufría con los personajes el dolor inexistente y sentía un vacío cada vez que terminaba una historia. Al hacerme adolescente y ser consiente del mundo que tenía bajo mis pies, seguí mi senda remplazando dibujos por personas, consumí toda clase de telenovelas románticas, complicadas, sufridas y en algunos casos desgarradoras. En este punto mis lágrimas se multiplicaron y se convirtieron en un llanto profundo. Ahora hace un tiempo, no mucho, he saciado mi obsesión de un dolor inexistente con algunos libros. He cambiado constantemente en todos los ámbitos que el común de la gente lo hace, aun así la conclusión de mis etapas es la misma, siempre he buscado la manera de llenarme de una vida donde el dolor es constante y punzante.
He tenido todo en mis manos, pero nunca me he sentido satisfecha, no, no hablo de cosas palpables, hablo de sentimientos. Cuando logro sujetar aquella hebra que une finalmente el resto de las nubes, esta se desliza suavemente hasta perderse en el vacío nuevamente.
No he tenido una vida complicada, bueno no al punto de que sea determinante a la hora de analizar porque soy ... como soy. Además de algunos conflictos financieros que fueron solucionados y algunas discusiones por discrepancias con mi madre, todo en mi vida ha sido sencillo. Soy la menor de cuatro hermanos y considero ser la mayor parte del tiempo feliz, llena en muchos sentidos pero por alguna razón siempre he sentido que falta algo, que en algún momento descubriré algo que desconozco sobre mí.
Creo que esto es suficiente para lograr que vieran un poco dentro de mí, suficiente para que puedan ver con mis ojos, suficiente para comenzar.
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